Colección de Navidad
Seamos honestos: este año nadie fue un santo. Llegamos tarde, cancelamos planes, dijimos “ya voy” y nunca fuimos. Y sí, también nos prometimos hacer más ejercicio (varias veces) y no lo hicimos.
Pero, ¿sabes qué? igual sobrevivimos. Y eso ya merece una celebración. Porque diciembre no llega para juzgarnos, sino para recordarnos que sobran los motivos para compartir. Y eso, claro, incluye regalar y sorprender a tus personas favoritas con algo único y diferente.
Porque sí, seguro no se portaron bien, pero igual merecen algo increíble.
Y si Santa no lo entiende.. tranqui, nosotras si.